(219 palabras) En la novela de Karamzin "Pobre Liza", una descripción de los estados de la naturaleza juega un papel importante. El mundo que nos rodea hace eco de los sentimientos del personaje principal. Para la época del año y el clima, puedes entender qué emociones superan a la niña y al autor, e incluso predecir hacia dónde se dirigirá la trama.
El escritor de las primeras páginas distingue entre ciudad y campo. No le gusta el ajetreo y el bullicio de las casas abarrotadas, donde no hay lugar para las bellezas de la tierra rusa. Pero con amor y adoración, describe los valles cerca del río Moscú. Lisa, una chica trabajadora y de buen corazón, vive allí, en armonía con el mundo exterior. Según el autor, solo en una atmósfera tan bella y sin pretensiones puede nacer una naturaleza hermosa y espontánea. Al describir el amanecer en el desierto, insinúa que la heroína es una de esas flores que se abren hacia el sol. Entonces Lisa se entrega a la luz del primer y único amor.
Cuando la relación entre los personajes seguía siendo intachable y honesta, la naturaleza misma era igual de casta y dulce. El autor llama al estanque "limpio", al sol "brillante" y a la mañana "hermosa". Pero después de la caída y la separación, Lisa ve truenos y relámpagos. El amanecer ya no es hermoso, sino que está pintado del color de la sangre. Incluso el roble debajo del cual se encuentra su tumba ya no es un gigante centenario y duro, sino un árbol "sombrío". Por lo tanto, los tonos de la naturaleza cambian junto con las emociones que los lectores experimentan en el pasaje leído. El paisaje en la historia "Pobre Lisa" refleja los sentimientos humanos y pone a la audiencia de la manera correcta.