El ambiente afecta dramáticamente el comportamiento de una persona. En cada equipo hay leyes no escritas que la persona aprende intuitivamente, durante mucho tiempo girando en ciertos círculos. Este patrón de comportamiento fue descrito por muchos autores. Veamos algunos ejemplos.
En la novela épica de Leo Tolstoi, "Guerra y paz", la familia Rostov se enfrentaba a un evento importante: la aparición de Natasha. Era una chica alegre, directa y virtuosa que siempre se comportó honesta y directamente. Pero en la alta sociedad, conoció a Helen Kuragina y su hermano, quienes jugaron un papel fatídico en su destino. Con sus discursos halagadores y coquetos, Helene confundió a Natasha. Ella comenzó a desempeñar el papel de un consolidador, ayudando al vil hermano Anatole a tomar posesión del corazón de Rostova. Dandy secular fácilmente engañó a la heroína crédulo. Ella creía en la sinceridad de sus sentimientos y trató de escapar con ellos de la casa de su padre, comprometiéndose con el Príncipe Bolkonsky. Su intento se convirtió en un escándalo. El nombre de Rostov era vergonzoso. Natasha se arrepintió sinceramente de su acto, y sus padres estaban perplejos: ¿cómo podría ella, su dulce e inquieta niña, ser tan frenesí? En todo esto, fue precisamente la influencia del desastroso entorno en el que había personas malcriadas.
En la obra "En el fondo" de M. Gorki, los habitantes del refugio también se nivelaron entre sí. Una vez allí, una persona perdió para siempre la esperanza de salir y vivir una vida normal. Cada pobre hombre influyó deprimentemente en el otro: se esforzó por herir, ofender o escuchar indiferentemente el sufrimiento. No había lugar para la amistad y el amor, solo conversaciones desgarradas, agudas y enfermas ocasionalmente aparecían entre personas desesperadas y desiertas. El vagabundo Luke trató de cambiar la situación, consolando a Anna y al actor, hablando amablemente y amablemente con todos. Pero no logró desactivar la atmósfera de "ex personas" que están acostumbradas a vegetar en el fondo y no quieren elevarse más. Cada uno de ellos puso su dolor en un caldero común, donde todos hervían en la bilis del otro.
Por lo tanto, el entorno puede incluso determinar el destino de una persona, motivando sus acciones desde el subconsciente. También puede dar señales directamente, estableciendo el tono para el comportamiento y las conversaciones de las personas que participan en él.