(261 palabras) V.G. Korolenko escribió un trabajo autobiográfico sobre la dura vida de las personas pobres que a menudo permanecen sin techo sobre sus cabezas. Nadie les echará una mano a menos que buenos y misericordiosos amigos se encuentren en su camino. Tal amigo de Marusya y Valek, los hijos de Tyburtia, se convirtió en el niño Vasya.
Vasya tiene nueve años. Perdió a su madre temprano, y su padre trabajó mucho y dedicó todo su tiempo libre a criar a su hija Sonya. No es sorprendente que el niño sintiera constantemente su soledad en un mundo hostil. Pero luego hubo una oportunidad de conocer a una familia que se ve obligada a vivir en una capilla abandonada, bajo tierra. Mientras Tyburtius trabaja, Valek se sienta con Marusya u obtiene comida. Incluso tiene que robar. Vasya probablemente nunca pensó que la gente podría vivir así. Ahora cada día su percepción del mundo está cambiando cada vez más. Vasya comienza a mirar a su padre de una manera nueva: ¡no es en vano que Tyburtius y sus hijos consideren que el juez es un buen hombre! El niño, naturalmente amable y sensible, aprende a ser paciente. Se sienta con Marusya, que no puede correr y jugar, le cuenta diferentes historias, le da flores. El héroe está tratando de hacer todo lo que esté a su alcance para facilitar la vida de la niña enferma y su hermano que creció temprano. La historia con la muñeca puede considerarse indicativa, gracias a lo cual Vasya pudo hablar francamente con su padre y comprenderlo mejor.
Reunirse con los "niños de las mazmorras" cambia la vida del héroe. Comienza a notar la diferencia entre la posición de la sociedad "superior" y la "mala". Bob pasa orejas ofendiendo a otros que lo llaman vagabundo, compartiendo valores verdaderos y falsos. Vasya crece, pero no se olvida de Marus: él cuida su tumba. Esto confirma sus cualidades positivas. Mantiene un recuerdo de la verdadera amistad, que no conoce las diferencias de clase.